Estuvo en la “trinchera” del Parque de Nieve por muchos años. En la línea de fuego directa, entre los jefes (¡Que siempre justifican su razón!) y los clientes (¡Que siempre tienen la razón!). Se nos va una colaboradora EXTRAORDINARIA del Parque de Nieve Los Puquios.
Todos estos años trabajando en uno de los sectores más sensibles del Parque, la boletería. Miles y miles de personas que cada temporada llegan en el mismo momento, con las mismas ganas, con las mismas preguntas, con malas y buenas ondas, con interrogantes que ni siquiera habíamos pensado y con todo un berenjenal de preguntas que sumado a la atención del personal, forman una ensalada de opiniones, reclamos y preguntas que puede estresar a cualquier persona normal en cuestión de solo minutos. Mágica y serenamente Anabel, al igual que Leo Messi, hacía unos movimientos impensados y dejaba contentos a clientes y compañeros de trabajo.
Se retira de Los Puquios una mujer bendecida en PACIENCIA. Se adueñó de la Boletería del Parque de Nieve por la confianza, se ganó la simpatía del cliente más apático y dejó su amistad en todo el equipo de alta montaña. Sus gestos, su modo de tratar a la gente, su compañerismo, liderazgo, sinceridad, y hasta su carácter imparcial y delicado (sobre todo por las frías mañanas) dejan un legado en Los Puquios y un estilo de trabajo que sin dudas nos costará alcanzar ese nivel.
Anabel Carrizo, entraste con perfil bajo, creciste y ahora es momento de volar sola. Aunque siempre seguirás perteneciendo la Familia Puquios, serás nuestra hija más mimada que se va de casa a experimentar la vida misma, fuera de Puquios.
Te vamos a extrañar un montón. Más que reconocido tu trabajo, por parte de la Gerencia, Empleados y Amigos del Parque de Nieve. Gracias, gracias, gracias por todo y por tanto. Que en esta nueva etapa emprendedora te sigan los éxitos y no dejes de confiar en que el Universo hará el resto que vos le pidas.